EL EQUILIBRIO ENTER DAR Y RECIBIR

Hay cosas que pueden suceder en la búsqueda de nuestros objetivos, como que nos enfoquemos tanto en ellos que se nos olvide mirar abiertamente nuestro entorno, y con esto, podríamos llegar a perder tal vez mucho más de lo que buscamos ganar. Todo exceso es malo, y de allí la importancia de no perder el panorama completo, aún cuando nuestro foco este intensamente dirigido hacia un punto particular.
Porque sucede que en esa búsqueda, muchas veces pedimos a la vida cosas, oportunidades, contextos, etc., y es damos buen uso como herramientas para construir parte de nuestro camino, pero pedir y esperar es en el fondo empezar a entrar en una posición de receptor neto, y no esta mal, a todos nos gusta recibir y de hecho merecemos recibir, pero para que no perdamos el foco y caigamos en el exceso que pueda hacer daño (a nosotros o a nuestro entorno), se requiere de abrir los ojos del alma, ser conscientes de lo que estamos recibiendo y entender así como buscamos, deseamos y merecemos recibir, también podemos dar.
Lo ideal es que nos esforzamos por hacer los méritos suficientes por recibir, y agradecer cuando lo hacemos, eso es un acto que refleja un muy nivel de conciencia. Sin embargo, cuando damos la vuelta a la situación, ¿qué tan consciente eres en tu posición de dador? ¿eres justo al momento de dar y mejor aún de retribuir lo que recibes?
No es una pregunta para nada fácil de contestar, pero tal vez una buena manera de evaluarlo es a través de aquello que no es tangible, como lo estamos retribuyendo, que estamos dando por eso que recibimos y partir desde la base de la empatía, es decir: ¿eso que en tu posición de dador retribuyes es lo que considerarías justo para ti si fueras el receptor? ¿das lo que crees justo, correcto y te gustaría recibir?
Una de las dificultades para contestar es porque aquello que no es tangible está asociado a la escala moral de cada persona, no todos vemos las cosas de la misma manera. Valores y/o actitudes como la honestidad, la lealtad, la incondicionalidad son tan valiosas que difícilmente sería posible compensarlas en su totalidad, pero si buscamos desde la empatía seguramente podríamos hacernos a una idea de lo que puede resultar ser justo en cualquier situación.
En esa búsqueda de nuestros objetivos pedimos oportunidades y bendiciones a la vida, pero no podemos perder de foco que, a mayor o menor escala, siempre tenemos también la opción de ser los creadores de esa oportunidad para otros, de ser la bendición en la vida de otros muchos más y eso, no solo nos permitirá lograr un mejor y mayor equilibrio en nuestra vida, sino que además nos permitirá abrir el espectro de posibilidades para todo lo que vivimos. Porque al final, no se trata solo de cuanto recibimos o esperamos recibir, sino también de cuál es nuestro nivel de empatía y justicia a la hora de dar, ya que el equilibrio no es algo que encuentras, es algo que creas, así que asegúrate de crearlo de la manera más justa posible.