LAS TRAMPAS DEL EGO

Por: Schneur Zalman Ben-Chaim

Nuestras creencias terminan por definirnos, crearnos, moldearnos y conducir nuestros actos, somos sin duda alguna lo que creemos, ¿Pero nos detenemos a preguntarnos si realmente estamos viendo el panorama completo?

¿Te imaginas a ti mismo caminando por un lugar desconocido, solo y además con los ojos vendados? Tal vez no lo imaginas porque llevamos haciendo esto mismo durante mucho tiempo, caminando por la vida, sin pensar mucho en que tipo de camino nos estamos construyendo y peor aun, dejando que sea nuestro propio ego el que tape nuestros ojos, dejándonos ciegos y dirigiendo nuestros pasos a su antojo.

Despertar cada día es mucho mas que abrir los ojos, es abrir un poco y cada vez mas la mente y el corazón, dejando de lado nuestro orgullo y el protagonismo que siempre queremos tomar, para pensar en lo que nos rodea y como lo podemos mejorar.

Al final, -como en todo- siempre es la voluntad la que marca lo que vamos a alcanzar, y que tanto nos podremos liberar. El asunto es que si todos vamos caminando a ciegas, ¿Qué tal si nos apoyamos un poco al caminar?

Quitarnos la venda es sencillamente aprender a escuchar, sentir un poco mas allá y permitirnos pensar.

No caer en la trampa es reconocer que siempre podemos ser mejores, estar mejor, es entender que en ese camino todos tenemos mucho por aprender y aun mas por compartir.

Quitarnos la venda es ver mas allá de nosotros mismos, pensar que todo lo que hacemos es digno de agradecimiento a muchos y aprendizaje a otros. Es entender que no eres lo que tienes, sino lo que compartes, que quien tiene precio no tiene valor, y quien piensa que usa siempre termina por ser usado.

No caer en la trampa es saber que si no sabes cuanto vales cualquiera te pondrá precio, y que así como debes saber que oportunidades tomar y cuando decir si, es mas valioso aprender a decir no. Que la congruencia entre lo que se dice, se siente y se hace es mas valiosa que cualquier otra cosa en la vida, y que nada tiene mas valor que saber amar (obviamente empezando por ti). Es saber con claridad que no eres mas que nadie y tampoco menos que los demás, que vales por el simple hecho de ser tu, sin imitar a nadie mas.

Todo tiene su momento, y también su justo lugar, pero no sirve de nada esperar, cuando sabes que debes actuar. Tal vez, este es ese justo momento para empezar a actuar!

Zalman

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