CAMBIO
CAMBIO
Por: Schneur Zalman Ben-Chaim
Hace poco en una conversación de esas que nos gustaría prolongar por horas acompañados de un buen cafe, te o mate, me preguntaban sobre cual era ese particular encanto que tenia para mi Buenos Aires, tal vez una de mis ciudades favoritas en el mundo, ante lo cual mi respuesta fue sencillamente que “era la única ciudad donde desde el primer instante no me sentí forastero… sin embargo, también me enseño, que el viaje debe continuar”.
Y tal vez al expresarlo de esa forma se me hizo claro que precisamente -en mucho- de eso se trata la vida, de que jamas tomemos pausa en el viaje que estamos tratando de completar, pero que a la vez, nos permitamos disfrutar de cada una de las estaciones de ese viaje y del recorrido como tal.
Lo paradójico es que al pensarlo desde ese punto, a todos nos encanta viajar, tal vez en mayor o menor medida pero a todos nos gusta conocer cosas nuevas, culturas diferentes, lugares y sabores que nos resulten estimulantes, otras formas de vivir… Y puede ser un viaje a 20 Kilómetros de tu casa o con un océano de distancia, viaje es viaje y es algo que con todo lo que trae siempre disfrutamos al menos un poco. Pero si lees con atención lo anterior, cada viaje es un cambio, un cambio de ambiente, de rutina, de comida, de aire, y aunque en general disfrutamos de viajar, lo que resulta particular es que a la vez si existe un miedo generalizado, es el miedo al cambio.
Cuando debemos enfrentarnos a una nueva etapa de nuestra vida, a cerrar un ciclo para empezar otro, o tomar una decisión que sabemos es necesaria e importante y que tenemos clara, ese miedo al cambio aparece, haciendo que nos atemos a la rutina, a lo conocido y que creemos seguro haciendo que dilatemos el momento para hacer ese cambio, o que sencillamente lo pasemos por alto como si jamas lo hubiésemos pensado.
Las situaciones que vivimos en la vida son solo eso, situaciones, momentos, mas nada… es nuestra reacción ante estas situaciones las que marcan el rumbo de las cosas, que tanto estamos dispuestos a vivir las consecuencias de esa situación -para bien o para mejor- y cuanto de nosotros mismos estamos dispuestos a invertir en ese proceso.
Lo que si es claro es que si tomamos tan solo la mitad de la energía o fuerza que le entregamos a nuestro miedo al cambio y la invertimos en avanzar hacia lo que sabemos -o creemos- es nuestra felicidad, sin duda alguna nuestra vida seria absolutamente diferente y hoy, estarías en un punto tan alto que no lo habrías pensado jamas.
Claro que no todo viaje es agradable, que no todo es perfecto! y que no por el hecho de dejar de sentir miedo quiere decir que todo va a salir bien. Siempre existirán cosas que no se ajustan a nosotros o nuestros planes inmediatos, pero eso no quiere decir que sea para mal, pero sobre todo, no podemos permitir que pequeños detalles nos hagan olvidar de grandes alegrías, particularmente las que están por venir. Es decir, no podemos permitir que por miedo a algo nuevo -que nos conduce a lo que deseamos- terminemos viviendo la vida que jamas habríamos deseado.
Nada hay tan constante como el cambio, es solo cuestión de aprender a disfrutarlo y saber apreciar cada nueva estación, al final, no hay mejor inversión para el alma que viajar.
Buen Viaje – Bon Voyage!
Zalman
©ZALMAN5K – Fotos y Texto derechos reservados
Un brindis por el mate, el testigo de nuestro futuro encuentro!
Me gustaMe gusta
Yeah! Que asi sea!!! Un abrazo gigante!!!
Me gustaMe gusta
Totalmente de acuerdo. Un abrazo!!!
Me gustaMe gusta